La Cura de los 21 Días en Reiki: Cuando el Interior se Alinea, la Vida También

Después de una sintonización de Reiki, comienza un delicado y poderoso proceso conocido como la «Cura de los 21 días». Durante este tiempo, el cuerpo y el campo energético del practicante atraviesan una limpieza y reajuste natural, liberando lo que ya no resuena con su nueva frecuencia.

¿Qué ocurre durante estos días?

Se purifican toxinas físicas y emocionales.

Se liberan bloqueos energéticos antiguos.

Se armoniza el flujo en los chakras y el aura.

Se comienza a integrar profundamente la energía Reiki.

Este proceso puede venir acompañado de síntomas físicos leves, movimientos emocionales, mayor sensibilidad o intuición. Pero hay algo más sutil que también sucede…

Reiki no solo desbloquea. Reiki abre caminos.

Durante estos 21 días, cada pequeño cambio es una oportunidad de alineación. El auto-tratamiento diario, el descanso, la hidratación y la escucha interna son claves para sostener este viaje con amor y conciencia.

Al liberar energía estancada, también liberamos el curso natural de nuestra vida.

Un proceso en capas: semana a semana

Durante la «Cura de los 21 días», la energía Reiki actúa de forma progresiva a través de los centros energéticos.

En la primera semana, el enfoque suele dirigirse a los chakras 1 y 2, relacionados con la seguridad, el arraigo, las emociones básicas y la creatividad.

En la segunda semana, la atención se desplaza a los chakras 3 y 4, vinculados al poder personal, la autoestima, el amor y la apertura emocional.

En la tercera semana, la energía alcanza los chakras superiores (5, 6 y 7), potenciando la comunicación, la intuición y la conexión espiritual.

Este recorrido facilita una integración profunda, desde lo más terrenal hasta lo más sutil de tu ser.

Cuando se libera un bloqueo, la vida se reajusta.

A medida que el flujo energético se ordena internamente, el flujo de la vida —externamente— también se reorganiza. Como si, al despejar un cauce, el río pudiera finalmente seguir su curso.

Pueden surgir situaciones inesperadas, personas, decisiones o sincronías que, sin forzarlas, te colocan frente a oportunidades de comprensión, cierre o avance. Son reflejos externos de una transformación que ya comenzó dentro de ti.